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miércoles, 27 de junio de 2012

Tambores lejanos


Film de Raoul Walsh, basado en un argumento de Niven Busch, adaptado por él mismo y Martin Rackin. Se rodó en Florida (Castillo de San Marcos, Enverglades National Park, Naples, Silver Springs) y en Kentucky (Moffet Cementery). El productor fue Milton Sperling y el estreno tuvo lugar el 29-XII-1951 (EEUU). La acción se despliega en Florida, en 1840, durante la segunda guerra contra los semínolas. Narra las aventuras del capitán Quincy Wyatt (Gary Cooper), explorador del Ejército americano, padre de un hijo de 6 años, casado con una india, de la que enviudó cuando fue violada y asesinada por un grupo de soldados novatos y ebrios, del cuerpo de Infantería, al que él sirve. Es una persona excéntrica, sin prejuicios raciales, aficionada al riesgo, luchadora incansable, solitaria, que siente una enome devoción por su hijo. Se le encomienda la misión de cortar el suministro de armas de fuego a los indios por parte de contrabandistas desaprensivos. Libera a varios cautivos, entre los que se encuentra Judy Beckett (Mari Aldan). La película es un "western" que se desarrolla en el Este, en Florida. Es un relato vibrante de aventuras, con lances de guerra y de lucha, que se suceden sin dar respiro al espectador. La variedad, originalidad y novedad de éstos, confieren a la obra un brío inusual. Se ven escenas de asalto a un fuerte (Fuerte Infanta), lucha contra contabandistas, liberación de rehenes, travesía de parajes naturales impracticables, supervivencia en una selva hostil y desoladora, etc. La lucha inevitable entre el jefe indio Oscala y Wyatt se produce en términos de igualdad, personal y étnica. Oscala es valiente, fuerte, astuto e inteligente, como Wyatt. Se incluyen escenas estremecedoras, como la visión del pozo excavado en la arena, atestado de cocodrilos hambientros. El paisaje es tratado con admiración y atención a su variedad (ciénaga, pantano, río, árboles centenarios, animales exóticos, etc.). El protagonista expone con lucidez las razones de su renuncia a la venganza y aconseja a Judy que haga lo mismo: la venganza constituye un error que genera malestar e impide que el mundo sea mejor. Es la primera película que hace uso de "The Wilhem Scream", un grito prolongado, de archivo, que se ha reproducido en numerosos films, como "Star Wars" (episodio IV) e "Indiana Jones y el templo maldito" (1984). La película lo usa en 2 ocasiones: cuando 3 indios son heridos sucesivamente y cuando un soldado es mordido y arrastrado bajo las aguas por un cocodrilo. La música, de Max Steniner, contiene 12 temas orquestales magníficos. La fotografía, de Sid Hickox ("La senda tenebrosa", 1947), aprovecha la belleza y exotismo de los escenarios naturales. Las secuencias de lucha son correctas dentro de lo habitual en la época. Sobresale por su espectacularidad el combate submarino a cuchilo entre Oscala y Wyatt. El guión compone un relato absorbente. La dirección crea un singular cásico del "western", que da fe de su extraordinaria habilidad narrativa. Los temas de la partitura de Max Steiner son de formatos muy variados: románticos ("Judy y Quincy"), vibrantes e inquietos ("Seminole Patrol"), heroicos ("Quincy Wyatt), bélicos ("Blowing Up The Fortress"), grandilocuentes ("Main Title") y eclécticos ("Conclusion"). Se incluye una bonita canción a cargo del gran Jim Reeves. La incompatibiliad entre la renuncia y la vindicación de la venganza da paso a la secuencia final de la historia.

TÍTULO ORIGINAL Distant Drums AÑO 1951

DIRECTOR
Raoul Walsh

GUIÓN
Niven Busch & Martin Rackin

MÚSICA
Max Steiner
FOTOGRAFÍA
Sid Hickox

REPARTO
Gary Cooper, Mari Aldon, Richard Webb, Arthur Hunnicutt, Ray Teal, Robert Barrat, Clancy Cooper

PRODUCTORA Republic Pictures

SINOPSIS En 1840, en la Península de Florida, el capitán Quincy Wyatt (Gary Cooper), un intrépido explorador del ejército, sigue la pista a unos contrabandistas de armas que están vendiendo rifles a los renegados indios seminolas.

domingo, 24 de junio de 2012

Winchester 73


Primer western, y primer film, de Mann con James Stewart. Escrito por Robert I. Richards y Borden Chase, desarrolla un argumento de Stuart N. Lake, gran conocedor de la biografía de Wyatt Earp. Se rueda en exteriores de Tucson (Arizona) y en los platós de Universal Studios, con un presupuesto ajustado.

Producido por Aaron Rosemberg, se estrena el 12-VII-1950 (EEUU).

La acción principal tiene lugar en Dodge City y en territorio de Arkansas, a lo largo de unos pocos días, a partir del 4-VII-1876, primer centenario de la independencia del país. Lin McAdam (Stewart) anda en busca del pistolero Dutch Henry Brown (McNally), asesino, ladrón y cazarrecompensas, con el propósito de darle muerte para vengar a su padre. McAdam es hombre recto, airado y obsesivo. El film desarrolla un relato de odio, persecución y venganza, más bien propio del cine negro.

Largometraje nº 19 de Mann, es el tercer western de su ciclo de 11. La narración se estructura en forma de itinerario circular y se apoya en dos hilos conductores: el seguimiento de un rifle Winchester 73 que cambia de manos sucesivamente y la persecución implacable del pistolero Brown por el obsesivo McAdam.

La variedad de episodios confiere a la obra un aire de grata complejidad y atractiva densidad. La narración es fluida, está dotada de buen ritmo y se beneficia de la eficacia expositiva de Mann. Los episodios incorporan motivos característicos del género: competición de tiro, ataque indio, intervención de la Caballería, etc. Se dedican referencias a iconos del Oeste: Dodge City, general Custer, Wyatt Earp, Caballo Loco, etc. Bajo la batuta de Mann, la obra adquiere gran dinamismo y una admirable intensidad. La historia de aventura, conquista, lucha y supervivencia, deviene absorbente y apasionante. Las relaciones entre los personajes muestran sus situaciones límite: viven poseídos por la angustia y la desesperación. No es fácil, ni cómodo, ni placentero, vivir en el Oeste. La vida se ha de ganar cada día, cada momento, cada instante. La supervivencia es cosa de los más fuertes, los más hábiles, los más rápidos. Particular atención merece la protagonista femenina, Lola (Winters), explotada, prostituida, marginada y desalojada de la ciudad los días de fiesta por hipócritas razones de falsas apariencias. Abandonada y terriblemente sola en su amargura de mujer, de desplazada y de víctima, se valdrá por si misma. La fortaleza no es sólo cosa de hombres. La música, de Walter Scharf, ofrece cortes breves, orquestales, de viento y metal, que hablan de tareas épicas, luchas encarnizadas, dramas humanos. La fotografía, de William H. Daniels, en B/N, presenta composiciones de fuerte contraste, abundantes trazos negros y contraluces emotivos. La cámara capta el dinamismo de la acción con encuadres rápidos, certeros y bien montados. Los parajes casi desérticos, desolados y opresivos, evocan el estado de ánimo de los protagonistas.

Excelentes interpretaciones. Western memorable. 

TÍTULO ORIGINAL Winchester 73
AÑO 1950




DIRECTOR Anthony Mann
GUIÓN Robert L. Richards & Borden Chase
MÚSICA Frank Skinner
FOTOGRAFÍA William Daniels (AKA William H. Daniels) (B&W)
REPARTO James Stewart, Shelley Winters, Dan Duryea, Stephen McNally, Charles Drake, Millard Mitchell, John McIntire, Jay C. Flippen, Will Geer, Rock Hudson, Tony Curtis
PRODUCTORA Universal Pictures


SINOPSIS Dos jinetes llegan a Dodge City persiguiendo a un hombre. Es el Día de la Independencia, y la gente se arremolina en torno al premio del concurso de tiro, un rifle único: el Winchester 73. Lin McAdam, uno de los forasteros, gana el concurso y consigue el rifle, pero su contrincante Dutch Henry Brown se lo roba y huye. El rifle pasa a manos de un traficante de armas, luego a un jefe indio y más tarde a un forajido. Mientras tanto, continúa la persecución.

Incidente en Ox-Bow


Lo primero que llama la atención en esta cinta es cómo están rodados los caballos. Potencia, control, velocidad. La cámara en su sitio. Dan ganas de vender el coche y de comprarse un purasangre. Lo segundo, la escena de la diligencia. Ella y él no cruzan una sola palabra y, sin embargo, todo queda meridianamente dicho. El juego de miradas habla por los codos. Una pequeña historia dentro de la historia. Un apunte emocional que dura lo que dura el paso de la diligencia. A esas alturas, estás pegado a la pantalla. Intuyes, presientes, paladeas a priori el desenlace. spoiler: La escena clave cumple todas las expectativas. El mayor Tetley insta a los que estén en desacuerdo con el ahorcamiento a situarse al otro lado. Primera perversión de la justicia: el fiscal no debe demostrar la culpabilidad. Es el inculpado quien ha de probar que es inocente. William Wellman nos lo cuenta sin decirlo, haciendo que sean los que están a favor de posponer el linchamiento quienes tengan que moverse. El punto de partida es la condena. Entra la música, un silbido lírico y sencillo que acompaña el movimiento de los siete disconformes. La melodía cala hasta los huesos. Desemboca en un acorde abrupto que da entrada a un plano que recorre el gesto airado del verdugo colectivo. La ejecución es un fuera de cuadro y una sombra triple. Segunda perversión de la justicia: la decisión mayoritaria es siempre respetable. Wellman cuida el pulso narrativo. Su mirada es irónica. No nos presenta una jauría sanguinaria. Nos muestra un simulacro de interrogatorio, una parodia justiciera, como si el asesinato en grupo pudiera ser un acto razonable. Irrumpe la verdad: son culpables todos menos siete. William Wellman nos regala un travelín para el recuerdo: ya en el bar, la cámara recorre –nuevamente– los rostros del verdugo colectivo. Caras desoladas, abiertas al abismo de lo irreparable. Por primera vez en toda la película sentimos empatía con el pelotón de linchamiento. Después de semejante plano la lectura de la carta es redundante. El cine no es literatura. Ningún texto puede ser más elocuente (dentro de la propia película) que la fila de gestos en la barra. La ira lleva al acto infame. El acto infame lleva hasta el remordimiento. El peso de la culpa es infinito y no prescribe. Que Dios se apiade de vosotros –dice el sheriff–. Yo no tendré piedad. Más allá de las cualidades morales de los individuos, más allá de la escisión maniquea entre buenos y malos, más allá de los principios personales, son los actos los que revisten una carga de bondad o de maldad. Y el acto violento y colectivo es sumamente peligroso. Tiende a ahogar en su caudal a la justicia. 

TÍTULO ORIGINAL The Ox-Bow Incident
AÑO 1943




DIRECTOR William A. Wellman
GUIÓN Lamar Trotti (Novela: Walter Van Tilburg Clark)
MÚSICA Cyril Mockridge (AKA Cyril J. Mockridge)
FOTOGRAFÍA Arthur Miller (B&W)
REPARTO Henry Fonda, Dana Andrews, Mary Beth Hughes, Anthony Quinn, William Eythe, Henry Morgan, Jane Darwell, Frank Conroy
PRODUCTORA Twentieth Century-Fox Film Corporation
PREMIOS 1943: Nominada al Oscar: Mejor película
1943: National Board of Review: Mejor película


SINOPSIS El asesinato de un ranchero rompe la aparente tranquilidad de un pueblo del oeste americano. Ausente el sheriff, los hombres del pueblo deciden formar una partida para encontrar a los culpables.

El árbol del ahorcado

La película es una demostración del buen hacer con pocos medios. Cuatro casas al lado de un barranco y un árbol seco. Pero claro, con esos pedazos de actores se crea un historia brillante y sólida que no te queda más remedio que aplaudir.
Karl Malden está especializado en esos papeles. Un fenómeno. George C. Scott, de loco activista, perfecto; y luego Gary Cooper, genial y Maria Schell (Cimarrón) ideal para esa mujer sola y desamparada.
¿De dónde sale tanta gente para cuatro chamizos que hay? ¿Cómo levantan la mujer y el malvado socio en dos días todo ese tinglado desde lo alto del monte hasta el campamento para lavar la arena sin más explicaciones?
Qué más da. ¡Qué bien dispara Gary Cooper! ¡Cómo tira por el barranco al maldito socio! Con esa música de las buenas aventuras del oeste americano, la historia es enternecedora y el final de campeonato. Amor del verdadero, sin intereses; de roces y miradas, de cariño.

Noveno y último western de Delmer Daves (“El tren de las 3:10”, 1957). Escrito por Wendell Mayes y Halsted Welles, adapta el relato breve “The Hanging Tree” (1957), de Dorothy M. Johnson. Se rueda en escenarios naturales de Yakima (Washington) y en los platós de Warner Studios (L.A., CA). Es nominado a un Oscar (música). Producido por Martin Jurow y Richard Shephered para la Warner, se estrena el 11-II-1959 (NYC).

La acción dramática tiene lugar en la aldea minera imaginaria de Skull Creek (Montana), en 1873, durante la fiebre del oro. El médico Joseph “Doc” Frail (Cooper), dejando atrás un pasado oscuro, llega a la localidad en busca de una nueva vida. Acoge a un joven ladrón, Rune (Piazza), al que salva de la horca, y a la joven Elizabeth Mahler (Schell), temporalmente ciega a causa de una prolongada exposición al sol después del asalto de la diligencia en la que viajaba. Doc es un personaje complejo, atormentado y contradictorio. Irascible e idealista, es tierno y autoritario alternativamente. Maneja con precisión la pistola y es fuerte con los puños. Jugador empedernido de póquer, ejerce la medicina y trabaja en una mina de su propiedad, ganada a las cartas. Elizabeth es una joven inmigrante suiza, que se encuentra sin familia, sola y desamparada.

El film suma drama, romance y western. Focaliza la atención en un personaje infrecuente e insólito, un médico convertido en héroe y protagonista de un relato de frontera. Intensamente dramático, se enmarca en un contexto social de penurias, apremios, ambiciones, codicia, inseguridad y desesperación. La colonia de buscadores de oro forma una sociedad sin pasado, sin ley y sin servicios esenciales. En ella impera la violencia, el individualismo y la caprichosa voluntad del más fuerte. Los conflictos se resuelven con los puños, las pistolas o la horca.

Los principales temas del film son el peso del pasado, los prolongados dramas interiores que provocan los errores cometidos, la necesidad de afrontarlos y superarlos, la búsqueda de la redención y la consecución del perdón que sólo uno mismo puede concederse. También explora la violencia irracional colectiva, sus errores, inconvenientes y desmanes, contra los que se ha de imponer el imperio de la ley y la justicia. Adicionalmente, trata el tema de la educación y formación de los jóvenes, que se ha de inspirar en valores como los que trata de tener en cuenta Doc en sus relaciones con Rune. Muestra, además, los efectos perturbadores del odio, la venganza y la ira, manifestaciones habituales de un espíritu enfermo de frustraciones y soledad.

El realizador construye una narración vigorosa y fluida. La acción transcurre mayoritariamente a cielo abierto, en escenarios de polvo, desniveles abruptos y precipicios, poblados de vegetación densa y salvaje. La suma de estos elementos destila primitivismo, rudeza y dramatismo. La descripción de la vida de los buscadores de oro es casi documental. Son convincentes las interpretaciones de Cooper (en su último western) y Maria Schell (“Cimarrón”, Mann, 1960). Destacan los secundarios Karl Malden y Karl Swenson. Debutan George C. Scott y Ben Piazza.

La música, de Max Steiner, ofrece una partitura orquestal solemne, intensa y emotiva, de metal, madera, percusión y cuerdas. Confiere a la obra dimensiones épicas y trágicas. Añade la bonita canción “The Hanging Tree”, de Livingstone y David, a cargo del vocalista Marty Robbins. La fotografía, de Ted D. McCord, en color (technicolor), se apoya en un diligente y a la vez mesurado trabajo de cámara, basado en travellings breves, grúas sencillas y zooms suaves. La cámara se mueve con frecuencia de arriba abajo, evocando el movimiento de caída del ahorcado.

Western entretenido y emocionante. Notable climax final.

TÍTULO ORIGINAL The Hanging Tree
AÑO 1959




DIRECTOR Delmer Daves
GUIÓN Wendell Mayes & Halsted Welles (Novela: Dorothy M. Johnson)
MÚSICA Max Steiner
FOTOGRAFÍA Ted McCord
REPARTO Gary Cooper, Karl Malden, Maria Schell, George C. Scott, Ben Piazza, Karl Swenson, Virginia Gregg
PRODUCTORA Warner Bros.
PREMIOS 1959: Nominada al Oscar: Mejor canción


SINOPSIS En la época de la fiebre del oro, a un poblado minero de Montana llega Joe Frail (Gary Cooper), un extraño y contradictorio médico sobre el que parece pesar un oscuro pasado. Tras el asalto de unos bandoleros a la diligencia, la única superviviente resulta ser una inmigrante suiza (Maria Schell) que, a causa de una insolación, se queda ciega. De cuidarla hasta que recupera la vista se ocupará Frail.

 

Los siete magníficos

“Más entretenida que magistral” sostiene Ocaña. Y lleva razón. “Los siete magníficos” no es una obra maestra. Y no lo es porque ni Sturges es un genio ni su peli soportaría ningún hipotético careo con westerns que sí lo son como “El hombre que mató a Liberty Valance”, “Hasta que llegó su hora” o “Grupo salvaje”. Por citar algunos.

Aún así, “Los siete magníficos” es -a mi juicio- una buena peli. No esperéis, por consiguiente, que sea precisamente yo quien me preste a sacarle los colores. Como podéis comprobar, ya ha habido otros que lo han hecho con el suficiente celo. Mi propósito, en cambio, es argumentar -o apuntar, al menos- las razones que me han llevado a otorgarle siete merecidas estrellas a esta peli. Como no podía ser de otra manera, son siete:


1.- El reparto: Constituye, sin lugar a dudas, un auténtico lujazo ver reunidos en una peli a un repóker de ases como el que configuran Brynner, McQueen, Bronson, Coburn y Wallach. Sobre todo, Brynner. Un actor capaz de merendarse la pantalla con una sola mirada.

2.- La banda sonora de Bernstein. Una verdadera pasada. Junto a la música que compuso Morricone para los eurowesterns de Leone, la crème de la crème del género.

3.- Los diálogos: Pocas veces escucharemos en un western semejante recital de frases lapidarias. Mi preferida, sin duda, ésta: "He trabajado para hombres que me daban mucho... pero jamás he trabajado para alguien que me lo diera todo".

4.- La fotografía: Sencillamente, espléndida. Un par de ojos en la cara es todo cuanto se necesita para poder apreciarla en su justa medida.

5.- Su rol histórico: No hace falta ser ningún lumbrera para corroborar que la peli de Sturges preludia, de alguna manera, ese nuevo western que desarrollarán con mucho mayor talento y convicción Leone y Peckinpah. Parece ser, incluso, que “Los siete magníficos” constituyó el espaldarazo definitivo para que Leone se decidiera a rodar su legendaria trilogía del dólar.

6.- El entretenimiento: Quizás no sea una peli redonda ni profunda, de acuerdo, pero entretiene un montón. Y eso es incuestionable.

7.- Sus consecuencias: Si “Los siete magníficos” ha servido para que un solo cinéfilo se interese por la filmografía de Kurosawa, la razón de ser de esta peli ya está suficientemente justificada. Y, no sé por qué, sospecho que más de uno y más de dos habrán llegado a Kurosawa a través de Sturges… o Leone











TÍTULO ORIGINAL The Magnificent Seven
AÑO 1960




DIRECTOR John Sturges
GUIÓN William S. Roberts
MÚSICA Elmer Bernstein
FOTOGRAFÍA Charles Lang Jr.
REPARTO Yul Brynner, Steve McQueen, Charles Bronson, Eli Wallach, James Coburn, Horst Buchholz, Robert Vaughn, Brad Dexter, Whit Bissell, Vladimir Sokoloff
PRODUCTORA The Mirisch Corporation / Metro-Goldwyn-Mayer
PREMIOS 1960: Nominada al Oscar: Mejor Banda sonora (Drama o comedia)


SINOPSIS Un pueblo mexicano cuyos humildes habitantes viven modestamente de la agricultura se halla a merced de una despiadada banda de forajidos que constantemente les exigen un pago por sus cosechas. Sus habitantes, campesinos que no saben defenderse, deciden contratar los servicios de siete pistoleros, siete implacables mercenarios cada uno con una habilidad especial en el manejo de las armas.

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Libre remake -en clave de western- de "Los siete samuráis" (1954) de Akira Kurosawa. A pesar de su poco éxito en taquilla (sólo fue la 39ª con mayor recaudación del año en USA), se hizo famosa sobre todo por su popular banda sonora y por su conocido reparto, y con el paso de los años se convirtió en un título clave del western de los años sesenta, dando lugar a varias secuelas mucho peores. ----------------------------------------
"Sturges recoge la semilla de 'Los siete samuráis', de Kurosawa, y monta un western con reparto de rostros afilados y sangre roja como la pasión. Más entretenida que magistral, ha pasado a la historia por su banda sonora."

Raíces profundas

La historia lleva a un hombre desconocido y sin hogar, a salir en defensa de una familia de granjeros que viven aterrorizados por el cacique de la zona y por un pistolero contratado por el. Aparte de los hermosos paisajes naturales, del excelente tema musical, hay escenas magistrales, que hacen que la película sea un film que no debe perderse ningún cinéfilo. Western emblemático, perfecto en su faceta de retratar al héroe solitario y mítico, a los ojos de un niño. “Shane” es también una historia de crecimiento, con un niño que representa el puente de entendimiento entre una sociedad violenta como la que exponen los ganaderos y la más pacífica y democrática, representada por los granjeros.

“Raíces profundas”, la legendaria y espléndida versión realizada por el aplaudido director George Stevens (poseedor de dos estatuillas) de la novela de Jack Schaefer “Shane”, consiguió seis nominaciones al Oscar, convirtiéndola en un clásico del cine norteamericano. George Stevens juntamente con la magnífica fotografía de Loyal Griggs y la espléndida música de Victor Young (que obtuvo el único Oscar, que se llevó a la película) consiguieron que la misma se convirtiera en mítica. Hay que destacar el trabajo soberbio de todos los actores, desde un Alan Ladd (que realizó el mejor trabajo que se le  puede recordar), Van Heflyn, Jean Arthur (en su última actuación en el cine), Jack Palance, el entonces joven Brandon De Wilde, Emile Meyer, Ben Johnson, etc.


  











 




TÍTULO ORIGINAL Shane
AÑO 1953




DIRECTOR George Stevens
GUIÓN A.B. Guthrie Jr. (Historia: Jack Schaefer)
MÚSICA Victor Young
FOTOGRAFÍA Loyal Griggs
REPARTO Alan Ladd, Jean Arthur, Van Heflin, Jack Palance, Brandon De Wilde, Ben Johnson, Edgar Buchanan, Elisah Cook Jr., John Dierkes, Emile Meyer
PRODUCTORA Paramount Pictures
PREMIOS 1953: Oscar: Mejor fotografía color. 6 nominaciones, incluyendo mejor película y director


SINOPSIS Alabama, finales del siglo XIX. Shane, un hastiado pistolero, llega a la granja de los Starretts, un matrimonio con un hijo que, al igual que los demás campesinos del valle, se encuentra en graves dificultades, pues el poderoso ganadero Rufus Ryker pretende apoderarse de sus tierras. Cuando Ryker se entera de que Shane es un hábil pistolero, le propone que trabaje para él. Ante su negativa, contrata a Jack Wilson, un peligroso asesino a sueldo.
CRÍTICAS ----------------------------------------
Magistral clásico que no por previsible pierde un ápice de fuerza e intensidad. Un forastero llega a una granja a trabajar con una modesta familia. Pero pronto la presión que un terrateniente ocasiona a todos los campesinos de la zona hará la situación insostenible, y el recién llegado deberá acreditar su pasado como pistolero.... Los valores de honradez y fe en las convicciones, los paisajes imponentes y un duelo final -al que el espectador asiste tan ansioso como el propio niño- completan un western en verdad inolvidable. 
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"No se le puede pedir más a un filme que consagró a la figura del pistolero defensor de los débiles. Buenos personajes, acertados actores e inolvidable música para uno de los clásicos del género" (Fernando Morales: Diario El País)
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El tren de las 3:10

El año 2007 fue un buen año para el western, ese género tan popular en la época clásica de hollywood y que desde hace ya veintitantos años está totalmente olvidado (a pesar de su innegable influencia en todo el cine de aventuras que se hace hoy en día). Tras los fracasos de intentos anteriores de resucitar las películas del Oeste como Rápida y mortal (donde aparecían unos aún desconocidos Russell Crowe y Leonardo DiCaprio), en 2007 llegaron a las carteleras películas como El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, Enfrentados o incluso No es país para viejos, paradigma del western moderno. Pero probablemente la que mejor devuelve ese espíritu de las cintas clásicas de pistoleros, forajidos, sheriffs y asaltos a diligencias es 3:10 to Yuma.

La película de James Mangold, director ecléctico donde los haya (para muestras, cuatro botones: Inocencia interrumpida, Kate y Leopold, En la cuerda floja e Identidad; es decir, un drama, una comedia romántica, una biografía y un thriller), es una gozada absoluta y un entretenimiento de primera. Pese a contar con un argumento nada novedoso, deudor (supongo) no sólo de su primera versión, sino también de toda la herencia del género, Mangold sabe cómo hacer una película fascinante, llena de brillantes secuencias de acción, sublimes decorados y excelentes personajes, interpretados por actores en estado de gracia. Russell Crowe, en su mejor interpretación desde Master and commander, interpreta de manera magistral al forajido carismático, amable y encantador, pero forajido al fin y al cabo, mientras que Christian Bale (cada vez más memorable en sus interpretaciones) es el actor en la sombra, siempre al sevicio de Crowe, pero extraordinario como Dan Evans, un hombre en busca de una extraña redención. Asé, el "enfrentamiento" entre Wade y Evans y la extraña relación que les une queda en la memoria del espectador. No me olvido de Ben Foster, magnífico en su papel de sociópata cruel y despiadado, ni de Peter Fonda, Gretchen Mol y Logan Lerman, perfectos secundarios.

Con ella el Oeste volvió al cine. Y con más fuerza que nunca.

Lo mejor: Bale, Crowe, Foster y la recuperación de ese sabor auténtico del western.

Lo peor: En realidad nada, salvo que no diría que es una obra maestra.


TÍTULO ORIGINAL 3:10 to Yuma
AÑO 2007




DIRECTOR James Mangold
GUIÓN Halsted Welles, Michael Brandt, Derek Haas (Historia: Elmore Leonard)
MÚSICA Marco Beltrami
FOTOGRAFÍA Phedon Papamichael
REPARTO Russell Crowe, Christian Bale, Peter Fonda, Gretchen Mol, Ben Foster, Dallas Roberts, Vinessa Shaw, Kevin Durand, Logan Lerman, Alan Tudyk, Luce Rains, Chris Browning, Johnny Whitworth, Luke Wilson, Benjamin Petry
PRODUCTORA Lionsgate Films / Relativity Media / Tree Line Films
WEB OFICIAL http://www.widepictures.es/eltrendelas310
PREMIOS 2007: 2 nominaciones al Oscar: Mejor banda sonora, mejor sonido


SINOPSIS Arizona. Con la esperanza de conseguir una recompensa que le permita evitar la ruina de su rancho, Dan Evans (Christian Bale) decide colaborar en el traslado del peligroso forajido Ben Wade (Russell Crowe) hasta un pueblo, donde deberán coger el tren de las 3:10 para llegar a la prisión de Yuma. Remake del film de 1957 de Delmer Daves.
CRÍTICAS ----------------------------------------
"Crowe y Bale hacen un excelente trabajo. Ellos y el resto del reparto son la principal razón para ver '3:10 to Yuma', una valiosa aportación al actual revival del western." (A. O. Scott: The New York Times)
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"3:10 to Yuma rehabilita el corazón herido del western, y lo rescata de la habitual violencia sin sentido. (...) Puntuación: **** (sobre 4)." (Roger Ebert: Chicago Sun-Times)
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"Mangold comete la torpeza de despojar a la obra maestra de Daves de su principal característica, una carrera contra el reloj dramática. (...) Puntuación: ** (sobre 5)." (Federico Marín Bellón: Diario ABC)
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"Extraordinaria (...) Una reinterpretación en clave de hipérbole donde todo parece supurar demasiada intensidad y demasiada trascendencia, pero, contra todo pronóstico, la operación funciona. (...) feroz duelo interpretativo" (Jordi Costa: Diario El País)
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"Más rápida, más brutal y más cínica que su predecesora de 1957. Un intento apasionado de revitalizar el western. (...) Puntuación: **** (sobre 5)." (Nando Salvá: Cinemanía)
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"Pespunteado con ambiciosas secuencias de acción. Son pasajes filmados con elegancia y brío (...) largas charlas escritas con reflexión (...) Puntuación: **** (sobre 5)." (Desirée de Fez: Fotogramas)
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"Remake que, como mínimo, vuela a la misma altura que su predecesor y, en algunos momentos, incluso más alto. (...) un western con todo el espectáculo propio de los grandes clásicos (...) Puntuación: **** (sobre 5)." (Alberto Luchini: Diario El Mundo)
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Brokeback Mountain (En terreno vedado)

Amanece. Una nota de música ralla el alba. Un tren que quizá no vaya a ninguna parte cruza la pantalla. Un hombre solitario masca tabaco. Llega una furgoneta. Sale otro hombre. Se miran. Todo se estremece. Bajo las imágenes respira el aliento angustioso de una relación que sólo es de ellos, de Ennis y de Jack

No sé si "Brokeback Mountain" es una película perfecta, posiblemente no sea así pero para aquel que quiera saber de verdad de que va esto que llamamos cine sólo le queda rendirse ante una de las más bellas historias de amor que las pantallas han visto en mucho tiempo. Porque de principio a fin "Brokeback Mountain" tiene el sello de las grandes películas; es esta una narración honesta como pocas, sin trampas; siempre sobria, contenida y austera. No hay grandes pasiones desbocadas, ni melodramas inacabables, no hay tampoco héroes, ni personajes que se rebelen contra la moral dominante. No, lo único que hay es la vida en si misma: El estremecedor y sincero romance de dos personas que se aman de la única manera que saben, porque no les enseñaron otra, porque no les queda otra

Más allá de su apabullante revisión del western, género por excelencia de la masculinidad idealizada, "Brokeback Mountain" se mueve en el terreno de la dignidad humana, y en el de una realidad en la que los sueños han sido proscritos a un lugar con forma de montaña porque no hay espacio para ellos en nuestra vida . Es en ese espacio majestuoso, robado de nuestra imaginación y reubicado en un lugar perdido de las montañas rocosas donde la historia de Ang Lee crece hasta convertirse, sin decir una sola vez te quiero, en uno de los más grandes relatos de amor que aquí el que firma ha visto nunca

Y que digan que esto no tiene pasión.

Verano de 1963. Dos vaqueros, Ennis del Mar y Jack Twist, se conocen mientras hacen cola para ser contratados por el ranchero Joe Aguirre. Los dos aspiran a conseguir un trabajo estable, casarse y formar una familia. Cuando Aguirre les envía a cuidar ganado a la majestuosa montaña Brokeback, entre ambos surge un sentimiento de camaradería que deriva hacia una relación íntima. Al concluir el verano, tienen que abandonar Brokeback y seguir caminos diferentes. Ennis permanece en Wyoming y se casa con Alma (Michelle Williams), su novia de siempre, y tiene tiene dos hijas. Entre tanto, Jack se marcha a Texas, donde se casa con Lureen Newsome (Anne Hathaway) y tiene un hijo.

TÍTULO ORIGINAL Brokeback Mountain
AÑO 2005




DIRECTOR Ang Lee
GUIÓN Larry McMurtry, Diana Ossana (Historia: E. Annie Proulx)
MÚSICA Gustavo Santaolalla
FOTOGRAFÍA Rodrigo Prieto
REPARTO Heath Ledger, Jake Gyllenhaal, Anne Hathaway, Michelle Williams, Randy Quaid, Linda Cardellini, Anna Faris, Scott Michael Campbell, David Harbour, Kate Mara
PRODUCTORA Paramount Pictures / Focus Features / Good Machine / Alberta Filmworks
WEB OFICIAL http://www.brokebackmountain.com
PREMIOS 2005: 3 Oscars: Mejor director, guión adaptado, bso. 8 nominaciones
2005: 4 Globos de Oro, incluyendo mejor película drama, director. 7 nominaciones
2005: 4 premios BAFTA: Película, actor sec, guión adaptado, director. 9 nominaciones
2005: National Board of Review: Mejor director (Ang Lee), actor (Jake Gyllenhaal)
2005: Círculo de críticos de Nueva York: Película, director, actor (Heath Ledger)
2005: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor película y director
2005: Festival de Venecia: Mejor película
2005: Nominada al Cesar: Mejor película extranjera
2005: Nominada al David de Donatello: Mejor película extranjera
 CRÍTICAS ----------------------------------------
"Brokeback Mountain ha sido definida como un 'western gay', lo cual es una cruel simplificación. Es una historia de un tiempo y un lugar donde dos hombres se ven forzados a negar la única gran pasión que ambos sentirán para siempre. Su tragedia es universal (...) Puntuación: **** (sobre 4)." (Roger Ebert: Chicago Sun-Times)
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"Imprescindible e inolvidable película que te alcanza como un disparo en el corazón. Es un hito cinematográfico y un triunfo para Heath Ledger y Jake Gyllenhaal. (...) Puntuación: **** (sobre 4)." (Peter Travers: Rolling Stone)
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"A esta conmovedora, sabia y sutil película -la cual, por cierto, sucede que es la mejor película del año-, debe uno acercarse con humildes expectativas" (Rene Rodriguez: Miami Herald)
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"Brokeback Mountain posee atractivos y simpáticos actores, un magnífico escenario, un melodrama conmovedor, rectitud e importancia cultural. Pero como testamento de la importancia de seguir las pasiones de uno, carece de una cosa crucial: pasión" (Ann Hornaday: The Washington Post)
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"A pesar de su valiente comienzo y sus logros reales -su asalto a la mitología del western, su descubrimiento de una subversiva honestidad sexual en una inesperada localización-, Brokeback Mountain finalmente falla en atrapar de lleno nuestras emociones." (Richard Schickel: Time)
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"Austera, conmovedora y excelente película (…) Lleva el sello del gran cine (...) es ésta una narración inteligente, turbadora y sin trampas, resuelta con arte de primera clase." (Carlos Boyero: Diario El Mundo)
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"Narrada con una contención y un extraordinario dominio de las claves de la puesta en escena clásica (....) una hermosa, cálida historia de amor y la denuncia de una moral imperante (...) Y el resultado es, sencillamente, la mejor película americana del año" (M. Torreiro: Diario El País)
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"Una de las mejores películas en muchos años. (...) Un trabajo memorable y de tema difícil (...) Ledger, sencillamente colosal" (Antonio Gasset: Días de cine)
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Siempre he pensado que la principal diferencia entre las comedias románticas y los dramas románticos no es una cuestión de más o menos humor, o de mayor o menor seriedad en el tratamiento de las historias, sino en que, en las comedias, los impedimentos a la victoria final del romance aparecen como nimios y salvables, mientras que en los dramas románticos estas barreras suelen ser problemas auténticos, complejos, más reales. "Los puentes de Madison" (por citar una más actual que "Breve encuentro", de David Lean) era mi paradigma en el lado dramático, y "Brokeback Mountain" viene a complementarla ejemplificando otra historia de amor prohibido en tiempos y lugares marcados por el implacable "qué dirán". Este magnífico film de Lee comparte muchos puntos en común con la obra maestra de Eastwood; un título que evoca los lugares de la felicidad, un estilo íntimo, una dirección impecable y un dilema envenenado por la moral dominante. Dos personas se enamoran, y en medio se interpone… la vida. Ang Lee firma otra obra valiente, arriesgada, universal. Ledger y Gyllenhaal deslumbran en esta "Amar, esconder, jurar..."

sábado, 23 de junio de 2012

Que viene Valdez


Western sumamente intenso y vibrante en su desarrollo, el cual nos presenta una historia que puede pecar de simple y maniquea, pero también es cierto que no te hace perder nunca la atención ya que el relato es trepidante de principio a fin.

La trama nos presenta la típica situación donde un hombre buscará hacer justicia por mano propia ante un hecho aberrante.

También es convencional la situación que se presenta donde es un solo hombre el que debe batallar con cientos de bandoleros corruptos. Ya que estamos citando las debilidades, también es cierto que es muy poco creíble ver a tantos rubios de ojos celestes interpretando a personajes que tendrían que tener otras facciones y otro “tono” en el color de la piel.

Es verdad además que la cinta va de mayor a menor, que una vez presentado el conflicto narrativo que entusiasma bastante, el mismo es rematado de manera irregular y muy poco creíble, a ello contribuye también un montaje al que se le notan las costuras en varios pasajes.

Es una pena que la cinta no haya mantenido el nivel del principio y del nudo argumental, pues no puedo dejar de reconocer que la película a grandes rasgos me entretuvo y no me hizo pestañear ni un solo momento, que me encantaron las interpretaciones sobre todo por el carisma y el porte de los actores, y que me pareció en gran parte del metraje un western muy trepidante que logra fácilmente sintonizar con el espectador y atraparlo con su propuesta argumental.

En fin, un western que sería mucho mejor de lo que es en realidad de haber contado con una mejor dirección y de haberse cuidado más algunos detalles. Aun así es interesante en todo momento.

TÍTULO ORIGINAL Valdez Is Coming
AÑO 1971

DIRECTOR Edwin Sherin

GUIÓN Roland Kibbee, David Rayfiel (Novela: Elmore Leonard)

MÚSICA Charles Gross

FOTOGRAFÍA Gábor Pogány

REPARTO Burt Lancaster, Susan Clark, Frank Silvera, Jon Cypher, Richard Jordan, Barton Heyman, Hector Elizondo, Phil Brown, Ralph Brown

PRODUCTORA 20th Century Fox

SINOPSIS A la hora de defender la ley y el orden, el antiguo sheriff fronterizo Bob Valdez (Burt Lancaster), un maduro defensor de la ley, mitad mexicano, mitad americano, ha sido siempre un remanso de sensatez en un mundo de locos. Frank Tañer (Jon Cypher) sin embargo, es el polo opuesto: un hombre avaricioso, impulsivo y totalmente corrupto. Un día, Tanner provoca un tiroteo que ocasiona la muerte de un hombre inocente, y Valdez le ordena que compense económicamente a la viuda. Tanner se niega a obedecerle y se ríe en su cara. La reacción de Valdez no se hará esperar: desempolva su viejo uniforme, se ciñe la cartuchera y jura que hará justicia y vengará su honor, cueste lo que cueste.

Soldado azul

Western crepuscular, dirigido por Ralph Nelson y rodado en Méjico. El guión se basa en la novela "Arrow In The Sun" de Theodore Olsen, escrita a partir de hechos reales.

El relato, situado en 1864, comienza con el ataque de un grupo de cheyennes al convoy del pagador del Ejército y su escolta, del que salen con vida la prometida de un oficial, Cresta Lee (Candice Bergen), que ha vivido retenida en un poblado indio durante dos años y un soldado (Peter Strauss) llamado Johnny. Ambos deciden emprender viaje a Fort Reunión en una larga marcha llena de peripecias. Finalmente Cresta se adelanta a Johnny, herido de bala en el muslo, y llega sola al Fuerte.

La película se ve desde tres puntos de vista: el del coronel que no atiende a razones, el del soldado Johnny presa de los escrúpulos y el de Cresta Lee que vive entre dos mundos, el suyo y el de los cheyennes. La película deviene una potente fábula desmitificadora y antibelicista.

La fotografía busca los efectos del claroscuro, que confieren a la imagen una gran belleza visual, reforzada por los paisajes espectaculares que se muestran. La música combina jazz, baladas, piano, orquesta, mezclas y melodías convencionales de los westerns clásicos, a cargo de un inspirado y convincente Roy Budd, en su debut cinematográfico. La cadencia serena de la música refuerza por contraste la violencia del film. El movimiento de actores, sobre todo en las escenas de las batallas, pone de manifiesto la competencia del director, que ofrece un film conmovedor.
Cuando Cresta llega al Fuerte, su prometido la informa que a la mañana siguiente atacarán el poblado cheyenne en venganza por la muerte del pagador y el robo de su caja fuerte. Entonces ella huye hacia el poblado indio, donde el jefe "Aguila Negra" se muestra ciegamente confiado en los acuerdos de paz. Antes de que se inicie el ataque, el jefe indio sale con la bandera blanca y la de los EEUU, en señal de rendición, pero el coronel Iberdson, al mando de las tropas, toma unas decisiones inesperadas.
TÍTULO ORIGINAL Soldier Blue
AÑO 1970




DIRECTOR Ralph Nelson
GUIÓN John Gay (Novela: Theodore V. Olsen)
MÚSICA Roy Budd
FOTOGRAFÍA Robert B. Hauser
REPARTO Candice Bergen, Peter Strauss, Donald Pleasence, John Anderson, Jorge Rivero, Dana Elcar, Bob Carraway, Martin West, James Hampton, Mort Mills, Jorge Russek
PRODUCTORA AVCO Embassy Pictures


SINOPSIS Un grupo de cheyennes ataca un convoy militar que transporta la paga de los soldados; sólo quedan dos supervivientes: Cresta Lee, la prometida de un oficial, y el soldado Johnny. Ambos vivirán una odisea para llegar a Fuerte Reunión, mientras son testigos del exterminio del pueblo cheyenne por las tropas del coronel Iberdson.

Solo ante el peligro

Si “El hombre que mató a Liberty Valance” de John Ford resulta una obra maestra del western a partir de la ausencia de énfasis en el tratamiento del guión, esta película lo es precisamente por lo contrario: los efectos que enfatizan claramente la acción, como por ejemplo pueden ser las referencias al reloj, la excelente música de Dimitri Tiomkin o los sucesivos planos del tren que se acerca cuando llega el medio día. Lo cual demuestra que no hay una técnica concreta que sea la llave para hacer un gran cine –algo que se puede extrapolar a todo el arte– sino que es en el manejo y dominio de cada tipo de técnica para acomodarse a cada circunstancia del argumento donde se encuentra más bien la clave. Fred Zinnemann consigue esto magistralmente en “Solo ante el peligro”.

El elemento más sobresaliente de esta obra lo aporta el desarrollo en tiempo real. Uno puede pulsar el cronómetro al comienzo de la proyección y comprobará que cada minuto y cada segundo coinciden con aquellos en que transcurre la historia: 84 minutos, ni más ni menos. Zinnemann usa esto como el recurso principal para crear y aumentar la tensión recordando que el instante anunciado desde el principio se va acercando implacable mientras que el protagonista hace lo posible por buscar una solución a su soledad que no llega. Así la historia se convierte en la precisa crónica de un momento anunciado, y como una excelente crónica en directo aparece narrada.

La soberbia interpretación del gran Gary Cooper con cada rictus ayuda a comunicar los sentimientos contenidos y la tensión creciente de modo que el espectador se introduce en la trama hasta tal punto que le dan ganas de agarrar un rifle y prestarse como voluntario para ayudante del sheriff. Claro que para lograrlo también el mérito está en la cámara y en esos planos cortos que recogen la expresividad de cada personaje desnudando con pasmosa sinceridad sus verdadero interior y mostrando de qué pasta están hechos ante una situación límite. Sin olvidar, por supuesto, el inmenso hacer de Carl Foreman con un guión redondo que dosifica y desarrolla la acción descubriendo paulatinamente las circunstancias de los protagonistas, las relaciones entre ellos, para explicar por qué y cómo reacciona cada cual ante lo que se avecina.

Cuando las agujas del reloj de la estación marcan las doce en punto y suena el pitido del tren, ya no nos queda ninguna uña más que morder y no hay nadie a quien se le pase por la cabeza levantarse del asiento ni para ir al lavabo. El polvo que se levanta en las calles de Hadleyville se cuela hasta el patio de butacas y el aire denso podría cortarse mientras que el sheriff Will Kane aguarda a Frank Miller y nosotros nos sorprendemos llevando la mano a un costado para buscar la culata de un revólver que no llevamos.

TÍTULO ORIGINAL High Noon
AÑO 1952




DIRECTOR Fred Zinnemann
GUIÓN Carl Foreman
MÚSICA Dimitri Tiomkin
FOTOGRAFÍA Floyd Crosby (B&W)
REPARTO Gary Cooper, Grace Kelly, Thomas Mitchell, Lloyd Bridges, Katy Jurado, Otto Kruger, Lon Chaney Jr., Henry Morgan, Lee Van Cleef, Ian MacDonald
PRODUCTORA Stanley Kramer Productions
PREMIOS 1952: 4 Oscars: Actor (Gary Cooper), montaje, bso drama, canción. 7 nominaciones
1952: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película


SINOPSIS Will Kane (Gary Cooper), sheriff del pequeño pueblo de Hadleyville, acaba de contraer matrimonio con la joven Amy (Grace Kelly). Los recién casados proyectan trasladarse a la ciudad y abrir un pequeño negocio. De pronto, empieza a correr por el pueblo la noticia de que el malvado Frank Miller (Ian MacDonald), un criminal que Kane había atrapado y llevado ante la justicia, ha salido de la cárcel y llegará al pueblo en el tren del mediodía para vengarse de Kane. El tiempo va pasando lentamente, pero nadie en el pueblo está dispuesto a ayudar al sheriff.

Título en Latinoamérica: "A la hora señalada".

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Cooper espera. Y cuanto más espera mayor es la tensión. Y cuanto mayor es la tensión mayor su soledad. Y cuanto mayor es su soledad mayor es su temor. Y el nuestro. Y el del corazón de los hombres de bien -el film es una velada crítica a la "caza de brujas" de McCarthy-. Pero es que, además, cuanto más espera y más solo está Cooper más grande se hace el mito, más legendaria la figura del héroe... y mayor el amor que uno siente por este maravilloso género llamado western. Inolvidable. 
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Los profesionales



Mítico y apreciable western acerca de la dura aventura de un grupo de mercenarios, que son contratados por un rico hacendado para liberar a su jóven esposa, de las garras de un temido guerrillero mexicano.

Este grupo de mercenarios comandados por el expeditivo Lee Marvin, (Doce del patíbulo), conforman todo un experto comando de soldados, algo asi como una especie de Equipo A en el oeste, (salvando las distancias, claro).

Un experto y mujeriego dinamitero, (Burt Lancaster), un excelente y fornido explorador, (Woody Strode), y un consumado y flemático domador de caballos, (Robert Ryan), cierran el comando.

Repleta de brillantes escenas de acción y inteligentes dialogos, la película es un espectáculo lleno de intriga y humor negro.

A destacar la aparición de la bella Claudia Cardinale y del duro Jack Palance, además de la bella partitura del francés Maurice Jarre.

TÍTULO ORIGINAL The Professionals
AÑO 1966




DIRECTOR Richard Brooks
GUIÓN Richard Brooks (Novela: Frank O'Rourke)
MÚSICA Maurice Jarre
FOTOGRAFÍA Conrad Hall
REPARTO Burt Lancaster, Lee Marvin, Robert Ryan, Jack Palance, Claudia Cardinale, Ralph Bellamy, Woody Strode, Joe De Santis, Rafael Bertrand, Jorge Martínez de Hoyos, Marie Gómez
PRODUCTORA Columbia Pictures
PREMIOS 1966: 3 nominaciones al Oscar: Director, Fotografía, Guión adaptado.
1966: 2 nominaciones al Globo de Oro: Drama, Actriz revelación (Marie Gómez).


SINOPSIS Un poderoso hacendado tejano contrata a cuatro mercenarios, especialistas en misiones peligrosas, para que rescaten a su mujer, que ha sido secuestrada por Jesús Raza, cabecilla de una banda de revolucionarios mejicanos.

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Un grupo de mercenarios recibe el encargo de un potentado americano de rescatar a su esposa, secuestrada por Raza, un temible revolucionario mexicano. Pero cuando van a liberarla, se encuentran con una inesperada sorpresa... Excelente western de memorable reparto y nostálgico mensaje teñido de amargura, "Los profesionales" es una cinta con muchas dosis de acción pero inteligentemente sembrada de unos maravillosos diálogos sobre los ideales, el desencanto, la lucha de clases y las causas perdidas. Magistral. 

lunes, 18 de junio de 2012

Corazones indomables

Corazones Indomables” forma parte de ese registro cinematográfico que nos acompaña las sobremesas del fin de semana. Cine puro de Ford, costumbrista y patriótico, que disfrutarán como siempre aquellos que se dispongan a verla sin prejuicios y sin dejarse llevar por la apariencia. Entonces, ahondarán en el fondo de la obra y verán las verdaderas intenciones del cineasta. Intenciones por cierto que grabó por primera vez en Technicolor alcanzando una visualidad excepcional. La cantidad de colores, los retratos pictóricos y, en definitiva, las bellas imágenes que acompañan a todo el film hacen de él un regalo para la vista.
 

El guión es bueno, entretenido y más cercano a la aventura que a otro género. La historia se centra en un joven matrimonio del Este que, antes del comienzo de la Guerra de Independencia, deciden ir hacia el Oeste y establecerse como granjeros cerca de la frontera, en territorio Mohawk. Allí, Lana (Claudette Colbert) y Gil Martin (Henry Fonda), evolucionarán tanto personalmente como en su relación. Golpeados constantemente por las consecuencias de una Guerra ya iniciada, los ataques de los conservadores pro-ingleses y sus aliados indios les dejarán sin casa y les harán vivir situaciones límites con la amenaza de la muerte siempre presente. Destacar sobre todo el personaje de Lana. Mujer de familia acomodada, se irá amoldando a las dificultades de ser una “mujer de frontera” y terminará cumpliendo a la perfección los cánones que presentaban los personajes femeninos de Ford: temperamentos fuertes, de marcado instinto familiar y que no dudan en coger el arma y colocarse al lado de su marido. Esta característica abrió a Colbert un abanico espléndido para lucirse y hacer de su actuación la más destacada de todas. No olvidar tampoco a Edna May Oliver como Mrs. McKlennar, una interpretación personalísima y que le valió una nominación al Óscar como mejor actriz de reparto. Mientras, Fonda se mueve en un registro muy apropiado para él y que le serviría como perfecto preámbulo para encarnar un año después a Tom Joad en “Las Uvas de la Ira”.
 

La cinta termina con un desenlace fordiano típico donde los planos emotivos o el mensaje final rotundo y moralista aparecen para conmover al espectador. No tan exaltada y aclamada como otras producciones de su filmografía, “Corazones Indomables” es una notable muestra de cine de aventuras que entretiene.

TÍTULO ORIGINAL Drums Along the Mohawk
AÑO 1939




DIRECTOR John Ford
GUIÓN Lamar Trotti & Sonya Levien
MÚSICA Alfred Newman
FOTOGRAFÍA Bert Glennon & Ray Rennahan
REPARTO Claudette Colbert, Henry Fonda, Edna May Oliver, John Carradine, Arthur Shields, Robert Lowery, Ward Bond
PRODUCTORA 20th Century Fox
PREMIOS 1939: 2 nominaciones al Oscar: Mejor actriz de reparto (Edna May Oliver), fotografía


SINOPSIS A principios de la Guerra de la Independencia Norteamericana (1775-1783) Colbert y Fonda forman parte de un grupo de campesinos rebeldes establecidos en una zona fronteriza del norte del estado de Nueva York, en la que luchan contra las tropas británicas y contra los indios. El maestro Ford exalta el espíritu patriota y los valores pioneros de los colonos al tiempo que retrata otro capítulo de la historia americana.

Camino de Santa Fe

Penúltima de las películas coprotagonizadas por E. Flynn y O. de Havilland, dirigida por Michael Curtiz, como las antecesoras y la que aún habría de seguir ("Murieron con las botas puestas"). Quien haya visto al menos una de estas películas ("Las aventuras de Robin Hood" o "La Carga de la Brigada Ligera", por citar algunas) no hallará muchos matices diferenciales en ésta, donde de nuevo se mezclan historia (deformada), romanticismo (edulcorado), algunas pinceladas humorísticas y acción de cabalgatas y tiros, quintaesencia de historias que dieron renombre mundial a este equipo.

El argumento, como en otras películas, tiene un trasfondo real: la historia del visionario y fanático abolicionista John Brown (sublime R. Massey), partidario de la lucha violenta contra la esclavitud, y factor añadido para el estallido de la Guerra Civil americana. Frente a él y sus torvas intenciones se alinea el tándem formado por Errol Flynn y un apuesto Ronald Reagan, quienes encarnan a dos oficiales de caballería recién graduados en West Point (James 'Jeb' Stuart y George A. Custer, respectivamente, quienes luego se harían célebres en la contienda civil que les enfrentaría). A la vez, los hermanos de armas se disputan el amor de Kit C. Holliday (O. de Havilland), con exquisita caballerosidad no exenta de picardía.

La desenfadada historia amorosa, así como algunas situaciones hilarantes debidas a dos secundarios de lujo como Alan Hale (ya visto en "Las Aventuras de Robin Hood" encarnando a Little John) y William Lundigan, contribuyen a relajar al espectador, y suponen un respiro entre balazos. El romanticismo de época, como siempre, deja un regusto muy almibarado, más aceptable en la década de los 40 que hoy.

Esta cinta es digna antecesora de "Murieron con las botas puestas" en algunos aspectos (la aparición de Flynn y de Havilland como pareja romántica al uso, o el personaje de Custer interpretado aquí por Reagan), sino por la instrucción militar en West Point y las rivalidades que allí se gestan y que tendrán consecuencias importantes. Esta vez, el rival de West Point es Carl Rader (Van Heflin), mientras que un año después este rol sería brillantemente encarnado por Arthur Kennedy. También es sucesora de "La Carga de la Brigada Ligera" no sólo por las secuencias de acción, sino por la disputa por los favores de la deslumbrante Olivia quien, no obstante las limitaciones impuestas por el guión y por la época se impone con claridad a sus 'partenaires' masculinos.

En resumen: ingredientes básicos de las películas en las que Curtiz dirigió a Flynn y de Havilland; ella mejor que él, a pesar del guión; elementos ya vistos en otras películas y por ver en la que aún habría de venir; entretenimiento garantizado; puntos de vista políticos e históricos ciertamente discutibles. Y eso es todo.
 
Como curiosidad, cabe señalar que el retrato cinematográfico de John Brown parece inspirarse en el mural más o menos coetáneo de J. Steuart Curry "Tragic Prelude", el cual sería la portada del primer disco del grupo Kansas en 1974. En él, Brown se alza con los brazos abiertos, sosteniendo un rifle con la mano derecha y una biblia con la izquierda sobre los bandos enfrentados de soldados del norte y el sur. Sus ojos, el gesto de la boca y las barbas al viento reflejan voluntad y determinación, rasgos que Massey encarna aquí con soberbia perfección, hasta el momento mismo de su ejecución, que preludia el final de la historia.
 
Con todo, el guión aborda el tema de la esclavitud en el sur desde una perspectiva que hoy podría considerse como políticamente incorrecta, incluyendo el papel de los negros que aparecen en la película, quienes llegan a considerar la esclavitud preferible a la libertad.



TÍTULO ORIGINAL Santa Fe Trail
AÑO 1940




DIRECTOR Michael Curtiz
GUIÓN Robert Buckner
MÚSICA Max Steiner
FOTOGRAFÍA Sol Polito
REPARTO Errol Flynn, Olivia de Havilland, Raymond Massey, Ronald Reagan, Alan Hale, Van Heflin, Ward Bond, William Lundigan, Guinn Williams
PRODUCTORA Warner Bros. Pictures. MGM released


SINOPSIS Dos tenientes recién graduados son enviados al segundo regimiento de Caballería de Kansas. En los años previos a la Guerra de Secesión (1861-1865), los esfuerzos del abolicionista John Brown (1800-1859) para acabar con la esclavitud incrementaron las tensiones entre el Norte y el Sur, teniendo que llegar a intervenir el ejército para frenar sus acciones

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Los comienzos del conflicto entre el norte y el sur de los Estados Unidos, a causa del sistema esclavista de este último, son narrados con el pulso firme, la acción trepidante, el romanticismo y el sentido del humor que caracterizan todas las obras del cuarteto Flynn-De Havilland-Curtiz-Warner Bros. Aunque capciosa a la hora de presentar la fundamental cuestión de la esclavitud, el entretenimiento está asegurado. ----------------------------------------
Destacan la brillante dirección de Curtiz, con su habitual claridad narrativa, su gran poder de síntesis y una cámara en constante movimiento.
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